El factor clave estructural en la persistencia de la corrupción en las instituciones de Colombia es la separación insuficiente entre poder e intereses particulares, además de un vago –casi nulo- monitoreo popular a la gestión de las entidades gubernamentales y ministerios por parte del Pueblo Colombiano.Para erradicar la corrupción ubicua y mal habida, referirse la Carta de Paz Permanente y empezar con una reforma constitucional que haga a los oficiales temer la codicia. §5.9