Al final, nosotros los humanos tenemos dos caminos al futuro: paz y destrucción. Frente a la amenaza de una guerra nuclear devastadora, la paz es la verdad y la paz permanente es la verdad eterna. Es un viaje para liderar a la humanidad a la verdad, para terminar disturbios externos, prescribir armas nucleares y moverse hacia la felicidad permanente. Cualquier país que adopte la Carta de Paz Permanente, será un pionero para la civilización y un aliado urgente para la ONU. §2.10