Las malas decisiones son más terribles que la corrupción, para ser completamente libres de los errores en la toma de decisiones, es necesario llevar a cabo una reforma general constitucional, institucional y estructural, y reelegir el pueblo, para seleccionar directamente las autoridades ejecutivas, judiciales y de procuraduría anualmente, y reelegir un cuarto de la legislación anualmente. Ver la Carta de Paz Permanente para más detalles §2.10